Nació en la parroquia de San
Antonio de Ibarra el 29 de enero de 1910, murió el 31 de agosto de 1989, a los 78 años
en Quito (La Armenia); siendo sus padres Agustín Proaño Recalde y Zoila Villalba Ponce,
hijo único de esta familia pobre y digna. Los estudios de instrucción primaria los
realizó en la escuela fiscal Juan Montalvo de su pueblo, secundarios en el Colegio
Seminario San Diego de Ibarra; y, superiores en el Seminario Mayor San José de Quito,
ordenándose de sacerdote en 1936.
Leonidas Eduardo Proaño Villalba, a los 22 años de edad, cuando vestía sotana de
seminarista, intervino por primera vez en favor de unos campesinos agobiados por seculares
problemas de tierras y hambre, ciñéndose estrictamente a la doctrina "Rerum
Novarum" del Papa León XIII.
Ya ordenado sacerdote, emprende de inmediato en programas de trabajo, tomando acciones
positivas, tales como: la fundación de la Acción Obrera Católica (A.O.C) y la Juventud
Obrera Católica (JOC); luego la Sociedad y de Servicio Social y Cultural
"Cardinj", el 14 de mayo de 1944 aparece el Diario "La Verdad" de
Ibarra; en otra fecha la Librería "Cardinj"; en 1962 comenzaron a funcionar las
Escuelas Radiofónicas Populares de Ecuador, en la provincia del Chimborazo. De 1938 a
1944 crea y sostiene el periódico infantil "Granitos de Trigo" y los folletos
"Quieres".
De su pluma brotaron estas obras interesantes: "Creo en el Hombre, y en la
Comunidad", "Acuérdate de Zarumilla"; "Concientización,
Evangelización, Política"; Rupito (novela), etc.
Otro campo en el que se destacó fue como Capellán del Instituto "Rosales"
de los HH.CC.; erudito y maestro completo de Castellano, Literatura, Retórica, Historia
Universal y Apologética en el Seminario Menor San Diego, durante 15 años.
El 26 de mayo de 1954 se consagró Obispo de la diócesis de Bolívar (provincia del
Chimborazo y Bolívar), designación hecha por el Papa Pío XII, después de haber pasado
siete años como canónigo de la Iglesia Catedral de Ibarra, laborando diez años en el
periodismo de su provincia y realizando estudios de los problemas sociales. Al llegar a
Riobamba su sede episcopal, avizoró los graves problemas de los campesinos
chimborasenses; pues, Mons. Proaño el Obispo del Indio, su hermano y amigo se entregará
por entero a estudiar sus problemas y buscar soluciones adecuadas, que se publican en el
periódico local "Jatari".
Y en esta diócesis trabajó incansablemente, con decisión y dinamismo, durante 31
años, separándose de la misma por límite de edad (75 años), luego de dejar en el
corazón de los campesinos y sus hermanos que lo comprendieron y admiraron, huellas
imborrables de una obra redentora, a luz del Evangelio; de un beneficio espiritual y
social positivo; del mejoramiento de la comunidad cristiana que creyó en su palabra y se
agarró con fe del báculo de su Pastor. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en mérito
al trabajo sacrificado en bien del indio y el marginado, lo designó en 1985, enseguida de
entregar la diósesis a su sucesor, Presidente del Departamento de Pastoral Indígena del
Ecuador. Su fama y virtudes han paseado por todo el mundo. El Obispo de la Diócesis de
Ibarra, Mons. Luis Oswaldo Pérez Calderón y el clero de ella, le ofrecieron un merecido
homenaje con motivo de haber cumplido con el mayor de los éxitos esta larga jornada de
trabajo; en aquella ocasión Mons. Proaño puntualizó: "Me han dicho que soy un
Obispo "Rojo", comunista. Yo me confieso cristiano. Un sacerdote, un obispo que
se ha esforzado por ser cristiano. Y por lo tanto, no debo tener miedo a las calumnias,
las amenazas, ni la muerte. Si trabajar cristianamente por la paz, la justicia y los
derechos humanos de los más pobres es ser "rojo", ojalá que todos nos
volviéramos siquiera "colorados". Monseñor Leonidas Eduardo Proaño Villalba,
insigne cultor y defensor del evangelio, apóstol del alma grande, noble y generoso, ha
cumplido con sus viejos ideales; a nivel nacional e internacional en diferentes
instituciones se propuso su candidatura al Premio Nobel de la Paz 1986. |